jueves, septiembre 06, 2007

Sobre el odio libre 2


En la anterior entrada hacíamos al hombre libre capaz de renunciar al ejercicio del dominio de su poder sobre los otros y de un plumazo lo abocábamos a la guerra o al suicidio.

Descartado el suicidio como el punto de llegada más cruento, tras el debilitamiento sufrido por un odio insuficiente; queremos ver ahora en qué guerra queda ese hombre.

¿Cuál es su guerra?

Podríamos intentar destripar distintas formas de esa guerra, todas serían siempre expresiones de una guerra en el interior de sus entrañas, pero alguien que ha sido capaz de la renuncia que lo ha puesto ante nosotros, es un renacido. Se trata de un auténtico guerrero que ya sabe que su estado no es un lugar al que ha llegado sino la puerta que inaugura la plena consciencia de la distancia respecto de sí mismo. El principio de la batalla.

Su guerra es la guerra contra los restos de su ser que brotan, terribles como cabezas de una hidra enterrada, no se trata de una guerra de conquista sino de una lucha por mantenerse en un pensar otro.

Ya no se debate en una guerra para someter la fuerzas reactivas que en él han estado, ni de atravesar un duelo que habría de ser público para ser efectivo en alguna forma de curación. La suya es una guerra para habitar el vacío que ya ha abierto.

Para este guerrero el odio libre a la vida está libre de lo vivido y en este odio no retorna el dolor sentido.

Retorna a él un dolor sin pasado. Sus cicatrices fueron expuestas al viento hasta que el guerrero supo que había nacido con ellas, o en todo caso que su dolor es anterior a las heridas. Su sufrimiento, aunque melancólico, no obedece a lo perdido, ni a lo no hallado. Es el dolor de una distancia vacía entre lo posible y lo imposible lo que le hace luchar y en esta lucha el odio a la vida es el arma que le da fuerzas para no caer en la nostalgia u otras formas de rendición.

Es el dolor de quien ama y quien ama no puede dejar de luchar, aunque para ello haya de renunciar al mundo.

"Odiar la vida para seguir viviendo".

3 comentarios:

sublibrarian of the year dijo...

¿Se pasará por lista?

Para ahondar en el debate, digo.

Anónimo dijo...

paradoja:

"no soporto los callos, ¡¡¡¡los odio!!!!"
un odio libre.

y una pregunta:

¿el odio se hace por sorteo y elige su objeto arbitrariamente?

"Renunciar al mundo" ¿¿¿Y qué hace un blog sino convocar a todo el mundo???

En este texto desde luego que se renuncia al mundo: porque todo acontece en un monologo interior y "odio" aqui es psicoanfibio.

amm

Anónimo dijo...
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