estrategia de criminalización
Hoy gobierno y el resto de la clase política por fin se ponen de acuerdo en algo, en proteger su clase, en proteger sus privilegios. Los compañeros de Barcelona, han querido demostrar su rechazo al recorte presupuestario en temas de cruciales como sanidad y educación, debido a una crisis de la que no somos responsables, concentrándose e impidiendo la entrada de los diputados al parlamento catalán. La tensión provocada ante la firme decisión de los “indignados” de impedirles el paso ha provocado que los políticos se hayan visto incomodados en su hasta ahora impune acto de saqueo. Hasta ahora habían dejado a los “niños” contestar a “papa Estado” porque les resultaba gracioso, inofensivo para sus tejemanejes o incluso, para algunos, beneficioso. Ahora que miles de personas hacen patente lo vergonzoso del papel de los políticos, y el fin de su impunidad, “papa” se mosquea y dice que “así no”, que nos estamos portando mal, que hemos pasado su línea roja. ¿Linea roja?¿donde están los diputados sangrando?¿donde están los diputados retenidos por no hacer nada? Línea roja, es la que ellos pueden traspasar a su antojo, manchando nuestras manos de sangre y abriendo brechas en nuestras cabezas. Esa si es una línea roja. Demagogia barata, de la que usan entre ellos, es la que usan ahora para llamar violentos a los que hacen desobediencia civil, a los que enfrentan las porras con acciones pacificas, quizás lo que no les guste sea que, desde que hemos salido de las plazas, nuestra acción ya no es pasiva, es activa (pero no violenta). Le recordamos a Artur Mas que es violencia: violencia son las cargas policiales de Valencia y Barcelona (entre otros sitios), mancharle la gabardina a una ex consejera de interior de la Generalitat, no es violencia, violencia son los deshaucios de cientos de miles de personas de sus viviendas; violencia no es abuchear a los responsables de tales hechos. Compañeros/as de Madrid, Barcelona, Granada…de todas las ciudades levantadas, no dejemos que esta burda artimaña de manipulación y criminalización, haga que nos separemos, haga que señalemos a compañeros como “violentos”. No compartamos ni su moral ni sus intereses, respetemos las decisiones que compañeros de otras ciudades han tomado ante lo que a todas luces es un robo a guante blanco de nuestra sociedad. Les estamos entorpeciendo en sus planes y hecho evidente es que nos intentan criminalizar aprovechando cualquier oportunidad. Señores políticos no queremos que nos representéis, sois patéticos. Entendedlo, así NO Solidaricémonos con los compañeros de Barcelona y del resto de las ciudades y no empecemos a tirarnos piedras sobre nuestro propio tejado. Uno de los mínimos de este movimiento es la no violencia y todos los compañeros lo han respetado. No caigamos en lo absurdo de llamar violencia a dos pintadas y a unos silbidos, cuando claramente el monopolio de esta en manos de los poderoso que la utilizan a su antojo en cuanto cruzamos la línea roja. No confundamos pacifico con pasivo.
Papa-Estado, la delgada línea roja y su estrategia de criminalización.
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