
Estamos como
reciennacidos frente a sí mismos, todas nuestras potencias
están ocultas para nosotros; sin embargo estamos advertidos por el vigilante con quien prestamos atención a lo que ocurre. No queremos caer en el encubrimiento de nuestros miedos y nuestro dolor, no queremos habitar el olvido, pero hemos de ser capaces de estar donde el olvido habita. Estamos en condiciones de
prepararnos una nueva máscara, pero no queremos hacerlo.
Estos textos que siguen, junto a los que en el margen se señalan como "persiguiendo la v de vivienda" pueden ayudarnos a desgarrar las mascaras que tenemos entre manos.
DesafectosQuienes son los afectadosPolitizar la tristeza.
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